Nuestros centros son espacios donde damos a los niños un lugar de sujeto y no de objeto. Se trata de recoger sus invenciones singulares dando valor a su palabra, creando un buen encuentro entre su deseo y el del adulto, de manera que este encuentro se multiplique y se desplace hacia otras personas y otros lugares. Apostamos por un modelo de relación tranferencial entre el niño y el educador donde el niño consienta ser educado.
Nuestro equipo es una red, en que cada uno de los educadores, aportando sus observaciones y resultados sobre el trabajo con el niño para la creación de una construcción colectiva del caso, se hace soporte de ese saber grupal.
Tomar en cuenta la subjetividad del niño y su comportamiento como respuesta a algo concreto es lo que guía nuestro trabajo.
Objetivos
En lo individual: Vivenciar un entorno segurizante, en un espacio de cuidado y atención a las necesidades particulares del niño. Al mismo tiempo que potenciamos y favorecemos un efecto de crecimiento en los niños.
Estimular el deseo como motor del aprendizaje, favoreciendo el adecuado posicionamiento del niño ante la posterior escolarización
Detectar posibles dificultades en el desarrollo del niño para poner en marcha las actuaciones adecuadas en cada situación.
En lo familiar: dedicamos una especial atención al trato con las familias, acogiéndolas desde el respeto y obteniendo de esta manera mayor tranquilidad, confianza y comunicación por parte de ellas.
Asesorar y acompañar, dotando de recursos personales e institucionales, en caso de observar alguna dificultad.
Promover encuentros con otras familias, facilitando así el intercambio de experiencias
En lo social: favorecer la apertura de los niños a las relaciones con sus iguales y con otros adultos ajenos a su familia, facilitando el encuentro positivo con una institución y sus normas, a la que acuden con regularidad.